Desde el primer aviso radial, hasta el último like de tu Instagram. El marketing ha evolucionado y lo vivimos a diario. Solo que no todos se dan cuenta, o no todos quieren aceptarlo. Porque el marketing tiene mala fama: quienes no lo trabajan a diario, creen que es un rubro poco honesto. Guste o no, todos consumimos y necesitamos marketing, porque todos somos parte de su ecosistema, todos vivimos en su ecosistema.
Que decimos mentiras, que rompemos reglas, que engañamos, que manipulamos, que nos aprovechamos de las debilidades de las personas para conseguir resultados. ¡Los marketeros somos seres terribles y temibles! ¡Qué rubro más macabro! Pero como tantas otras cosas macabras de la vida, ¡lo necesitamos tanto!
Y es que el marketing es más crucial que nunca. Hay demanda, pagan por él y convertirse en un “marketero” es cada vez más fácil gracias a las infinitas herramientas online y gracias a los infinitos “influencers” o “expertos” que surgen tan rápidamente como gremlins al agua. Sin ánimos de despreciar -todo lo contrario- muchos de los mejores especialistas en el rubro no necesariamente cuentan con un título universitario o con años y años de estudio en la materia. Probablemente la mejor educación en marketing se ofrece, justamente, fuera de la “educación formal”.
¿Y por qué? El marketing se convirtió en una necesidad
Que va más allá de vender y ganar. Se convirtió en una necesidad de sobrevivencia, porque no saber nada de marketing o no entender cómo funciona, te deja fuera del ecosistema donde estamos todos. Incluso, quienes lo detestan lo necesitan. ¿Cuántos emprendimientos o grandes empresas que adoptan actitudes negativas sobre la práctica, terminan igual involucrados en ella? Reclutan y le pagan a otro, da igual, pero la necesitan, porque de lo contrario, también quedan fuera. Es difícil -por no decir imposible- evitarlo.
Bien lo decían Phillip Kotler y Gary Armstrong: “El marketing es eje fundamental del crecimiento económico de las organizaciones y de todos los estamentos identificables en la vida de una sociedad. Es el proceso mediante el cual las empresas crean valor para los clientes y establecen relaciones sólidas con ellos, obteniendo a cambio el valor de los clientes”. Así, su protagonismo se ha basado en ser la herramienta óptima para conocer y satisfacer al cliente, desde lo comercial hasta el acercamiento que las organizaciones deben tener con quienes interactúan. Por lo mismo, las comunicaciones juegan un rol clave, las que hoy conforman una relación estable con las técnicas de mercadeo.
Redes sociales, otra forma de hacer marketing
El boca a boca era considerado el mejor marketing. La cercanía de un negocio con sus clientes y su entorno era primordial. El concepto de “comunidad” era sinónimo de cercanía, de conocerse, presencialidad, familiaridad. Si un servicio o producto defraudaba a alguien, el negocio fácilmente podía perder su clientela y terminar en quiebra por un solo disgusto. Y lo cierto es que la situación no ha cambiado tanto, más bien han cambiado las herramientas, pero la idea se mantiene.
Probablemente el mayor cambio ha sido que, si antes de Instagram, Facebook y todas las redes llegabas a 10 clientes, con estas apps multiplicas por infinito tu público objetivo, captando la atención de mucho más que tan solo 10 personas. Sin embargo, el qué dirán de lo que ofreces sigue siendo fundamental, porque para varios de los que te ven, los comentarios del resto de tus clientes son decisivos a la hora de comprar. Solo que ahora lleva apellido: boca a boca digital, y es parte también de “hacer marketing”.
Conocer y saber llevar las plataformas web es solo uno de los puntos necesarios
Para llegar al éxito en el mundo del marketing digital. Pero no es ni lo único ni lo más importante. Más que conocer las herramientas, el verdadero desafío y lo relevante es entender la lógica de los procesos de interacción, que cambian, naturalmente, cada cierto tiempo.
Curiosamente, el índice social de SproutSocial indica que aumentar el conocimiento de una marca es el principal objetivo de los especialistas en marketing social (69%), seguido por aumentar el tráfico a la web (52%) y aumentar la audiencia de la marca (46%). Y decimos “curiosamente” porque en un mundo de antimarketeros, lo que más buscan es precisamente lo primero: generar awareness.
Crear un producto o servicio lindo y útil es fantástico
Pero eso no implica que todo el mundo lo vaya a conocer. Para ganar clientes necesitas de awareness. Y para ganar awareness necesitas del marketing. Desde ahí se desglosan el resto de los conceptos: intereses, demografía, comportamientos, etc. Pero lo que realmente buscamos en marketing es ajustar correctamente esos factores con la resolución del problema, la solución que entrega el producto y los requisitos de la campaña solicitada. Así, y como señala Gary Vaynerchuk en La Economía de la Gratitud, las redes sociales pasaron a ser mucho más que medios. Son un cambio cultural masivo que afecta profundamente la manera en que la sociedad usa la plataforma más grande jamás creada: internet.
